El Centro Patrimonio Mundial de Baeza reabre sus puertas

El espacio se integra en la red de infraestructuras turísticas, culturales y educativas de la ciudad

El alacaldes de Baeza, Pedro Cabrera, visita el Centro Patrimonio Mundial ubicado en la planta baja del Ayuntamiento.
El alcalde de Baeza, Pedro Cabrera, visita el Centro Patrimonio Mundial ubicado en la planta baja del Ayuntamiento.

Pedro Cabrera, alcalde de Baeza, acompañado de José A. Jiménez, concejal de Turismo y Promoción y miembros del equipo de Gobierno, han asistido a la reapertura del Centro Patrimonio Mundial ubicado en la planta baja del Ayuntamiento de Baeza.

Tras meses de abandono, durante el periodo estival comenzó la remodelación de dicho enclave a cargo de la empresa Musaraña , quienes han realizado un gran esfuerzo por poner a punto dicho centro, que desde este martes podrá volver a ser visitado.

El nuevo centro continúa manteniendo la filosofía de Centro del Patrimonio Mundial, pero con una metodología más sencilla y accesible, donde se han introducido como novedades: una zona infantil con una línea del tiempo para que los más pequeños entiendan nuestra historia y una zona polivalente de acogida que servirá para encuentros y otras acciones.

Se ha tenido en consideración la facilidad de la visita, tanto para individuos como para grupos, tanto en el sistema de redistribución del nuevo espacio como en sus sistemas expositivos propuestos y materiales utilizados. Destacar que con esta intervención se remodeló todo el diseño de la señalización, a través de sistemas accesibles e inclusivos de transmisión de información: entrada del centro, acceso, circulación, seguridad y emergencia.

Se señalizó una explicación de éstos para la diversidad de personas, en castellano y en inglés, de forma didáctica (para público adulto e infantil), ágil y accesible totalmente en sus servicios: accesibilidad física, cognitiva, mediante la readaptación de textos a lectura más fácil.

Durante todo el proceso se ha tenido en cuenta de manera técnica las normas sobre la identidad corporativa de la UNESCO, así como las prescripciones que rigen en materia de información y publicidad los logotipos de las administraciones intervinientes.

En definitiva, se trata de un producto turístico útil y universal donde todas las personas puedan utilizarlo, independientemente de sus capacidades técnicas, cognitivas o físicas, capaz de satisfacer las demandas de los distintos tipos de público, individual o colectivo.