El Festival de Úbeda se rindió a la desgarradora sensibilidad de ‘Huesos de madera’

El multipremiado coreógrafo jiennense Mario Bermúdez Gil, de Marcat Dance, presentó su propuesta más personal

‘Huesos de madera’./ Festival de Música.
‘Huesos de madera’./ Festival de Música.

Con la parte de música más que bien cubierta y a la espera de algunos platos fuertes más, el Festival de Úbeda dejó paso a la danza en su quinta semana de celebración y con una sola propuesta cubrió sobradamente el expediente.

El auditorio del Hospital de Santiago se rindió en la noche del sábado ante la desgarradora sensibilidad que condensó ‘Huesos de madera’ de Marcat Dance, hogar artístico del multipremiado coreógrafo Mario Bermúdez Gil, jiennense de Vilches y co-fundador de la compañía junto a la americana Catherine Coury.

La propuesta llegó a Úbeda justo un mes después de haber sido galardonada en los VIII Premios Lorca que entregó la Academia de las Artes Escénicas de Andalucía, como mejor espectáculo de danza. Una gala en la que, además, Mario Bermúdez Gil obtuvo el premio a mejor intérprete masculino de danza contemporánea, también por su papel en ‘Huesos de madera’.

Sobre el escenario estuvo acompañado por la bailarina Marilisa Gallicchio y el pianista Javier Negrín, para narrar a través de la música y la danza una historia muy cercana y real, la del tío y la madre del propio coreógrafo. El primero quedó parapléjico y la segunda tuvo que encargarse de cuidarle. A su vez, es la historia de tantas personas que padecen una discapacidad y la de sus respectivos cuidadores y entornos.

¿Cómo poner movimiento a una situación marcada por la privación de éste? Ese es el primer reto que asume Marcat Dance, que por primera vez se aleja de sugerencias y evocaciones para encarar una realidad tan concreta, tan próxima. Y lo hace para llamar la atención sobre el silencioso acto de sacrificio y generosidad del cuidador. Lo que implica, lo que supone, lo que casi nadie ve porque la tragedia del malogrado tiene mayor impacto y visibilidad. Quiere ser también un sentido homenaje a tantos discapacitados que día a día se enfrentan a barreras físicas y mentales.

La dramaturgia es de la veterana bailarina y coreógrafa Isabel Vázquez, quien fuera maestra de Mario Bermúdez en otro tiempo. Y a los dos bailarines en escena se añaden otros dos protagonistas: una silla de madera, que trasciende su condición de atrezzo para convertirse en una parte relevante de la narrativa, el símbolo inequívoco de postración e inmovilidad, incluso de cárcel; y el pianista, siempre inmóvil, interpretando en directo conocidas y reconocidas obras del repertorio universal, de autores como Bach, Händel, Rachmaninov o Beethoven, todas con una fuerte carga emotiva.

El público, puesto en pie, aplaudió tanta emoción impregnando cada detalle, hasta en las sombras proyectadas sobre la escena y los personajes; tanto desgarro concentrado en cada gesto, cada mirada; tanta verdad puesta al servicio de la belleza; tanto riesgo asumido en un montaje crudo y desnudo.

Flamenco
Un día antes, el viernes, la plaza de Juan de Valencia sirvió de telón de fondo para la actuación del grupo de nuevo flamenco Bujío Fresh Sound, llegado desde Sevilla para participar en el Festival Internacional de Música y Danza ‘Ciudad de Úbeda’. El concierto se enmarcó en el ciclo ‘Stage pro’, dedicado a figuras emergentes en base a los convenios de colaboración que el evento ubetense mantiene con diferentes entidades y concursos. En este caso, la banda actuó como ganadora de la pasada edición del certamen incluido en el Festival Flamencos y Mestizos ‘Ciudad de Úbeda’, cuyo premio contemplaba protagonizar este recital además de una grabación en los estudios Musigrama de Madrid.

Sergi Gómez a la guitarra, José Gómez al bajo, Fernando Maya a la percusión y Dani de Utrera al cante han unido sus respectivas trayectorias e influencias para dar forma a un concepto muy innovador con un fuerte carácter flamenco e inesperadas licencias creativas. Recrean así tangos, bulerías o tarantos, generando una gran variedad de climas, aunque siempre con un toque fresco y unas maneras muy personales y abiertas. No en vano, el cuarteto surgió tras una serie de sesiones de improvisación entre los componentes del grupo y otros músicos de la escena sevillana.