El balneario de Jabalcuz, en Jaén, reclama atención por su abandono
El balneario de Jabalcuz en Jaén, construido a principios del siglo XVII y declarado Bien de Interés Cultural en 2008, se encuentra en un estado de abandono desde hace mucho tiempo. Este histórico espacio, conocido por sus excepcionales valores arquitectónicos, paisajísticos y botánicos, es un importante referente sentimental para los jiennenses.
Recientemente, la Junta de Andalucía, actual propietaria del balneario, ha anunciado la realización de un estudio de viabilidad para evaluar su puesta en valor, respondiendo así a una demanda histórica de la ciudadanía. “Se trata de una de las reivindicaciones de los jiennenses y desde la Junta de Andalucía estaremos a la altura del potencial de esta zona, no solo patrimonial, sino también ambientalmente”, señaló Ramón Fernández-Pacheco, entonces consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural.
A pesar de estas promesas, el exalcalde de Jaén, Julio Millán, criticó la tardanza de la Junta, señalando que llevan seis años de retraso en la recuperación del edificio y tres años desde el mandato municipal para su restauración. “No han hecho nada. Que anuncien ahora un plan de viabilidad para las termas con cero euros, cuando lo que tendríamos que ver es dinero y plazos, es mofarse de los jiennenses”, expresó Millán.
La recuperación del balneario y sus jardines figura en el punto número 100 del acuerdo programático firmado entre el PP y Jaén Merece Más, los socios de gobierno actuales. Además de restaurar el balneario, los planes incluyen la instalación de un camping, una pared de escalada y nuevas infraestructuras comerciales.
El declive de las termas de Jabalcuz comenzó en los años 80 cuando sus propietarios las vendieron a una promotora. Este complejo de baños y jardines, que en 1781 se conectó a la ciudad de Jaén mediante un camino carretero, vivió su máximo esplendor económico desde finales del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX. En 1925, el arquitecto Antonio Flórez Urdapilleta, conocido por la Residencia de Estudiantes de Madrid, diseñó un ambicioso proyecto de reforma para el entonces propietario, el ministro José del Prado y Palacio. Los jardines fueron obra de Cecilio Rodríguez Cuevas, creador de la Rosaleda del Retiro de Madrid.
La restauración y revitalización de este emblemático espacio no solo devolvería un tesoro cultural e histórico a la comunidad, sino que también podría transformarlo en un atractivo turístico y ambiental significativo para Jaén.